Fundamento Antropológico de la Familia

Curso

En Puebla

$ 4,000 más IVA

Llama al centro

¿Necesitas un coach de formación?

Te ayudará a comparar y elegir el mejor curso para ti y a financiarlo en cómodas cuotas mensuales.

Descripción

  • Tipología

    Seminario

  • Lugar

    Puebla

  • Horas lectivas

    21h

Objetivo del curso: Entender los principios en que está basada la función la célula familiar como fundamento en la realización humana, como persona individual, pareja y como padres, que le llevan a la máxima expresión en sus capacidades emocionales, conductuales y espirituales. Destinatarios del curso: Orientadores Familiares, Psicólogos, Terapeutas familiares, Pedagogos, Maestros y Público en general

Sedes y fechas disponibles

Ubicación

Inicio

Puebla
Ver mapa
Puebla, 72100

Inicio

Consultar

Acerca de este curso

Querer conocer la base antropológica humana de la célula social por excelencia

Preguntas & Respuestas

Añade tu pregunta

Nuestros asesores y otros usuarios podrán responderte

¿Quién quieres que te responda?

Déjanos tus datos para recibir respuesta

Sólo publicaremos tu nombre y pregunta

Opiniones

Programa académico

La familia ¡soberana! por Tomás Melendo.

La familia es Soberana, si se trata de la Familia por excelencia, y soberana, sin reserva alguna, si nos referimos a la familia humana que verdaderamente lo es…o en la medida en que luche por serlo.

Por eso, todo modo de poner en relación la familia con su entorno, entendiendo este vocablo en el más amplio sentido, vendría a formularse así: ¿cómo puedo ayudar desde mi familia a otras, a todas las familias y a todos los seres humanos? Cualquier otro planteamiento resulta, al menos, tímido y apocado.

Y lo que nunca me parecerá aceptable -también porque automáticamente sitúa a la familia en el ámbito de los perdedores- son estrategias del tipo: cómo defender a mi familia o a sus componentes, cómo defender a las familias de los demás, cómo defender la misma noción o naturaleza de la familia… Porque -de nuevo llevo decenios repitiéndolo- lo que debemos emprender es un amabilísimo y enaltecedor ataque, que tendrá como término la felicidad de millones y millones de personas.

Con una condición: que nunca me falte la valentía ni la lucidez para mostrar la belleza de la familia y su intrínseca y constitutiva relación con la persona. Y, como consecuencia y como prueba de que actúo así, que jamás, ni siquiera por una mal entendida táctica, subordine la familia a nada ni a nadie, ya que eso equivale a supeditar a las personas, mancillando su dignidad.

Además, y utilizando un término prestado, nunca caeré en la tentación -tan cercana- de simetrizar los procedimientos, pretendiendo el despliegue perfeccionador de las personas y de la humanidad entera, a través de las familias, empleando las mismas armas e instrumentos que utilizan quienes llevan ya más de un siglo empeñados en destruirla.

Lo cual, en un lenguaje más sencillo, suelo expresarlo diciendo que no jugaré en campo contrario ni con el balón del enemigo (cada uno que llene este vocablo con lo que piense que es su contenido más propio).

¿Motivos? Solo puedo ayudar a la persona actuando personalmente, desde una cabeza lúcida y un corazón enamorado, capaces de interpelar, también personalmente, la inteligencia y el corazón de las personas a las que quiero… que deberían tender a ser cada una de todas.

Si, fascinado por la velocidad, pretendo rectificaciones en masa y utilizo los medios adecuados para ello -para la masa-, juego en terreno contrario, comprometo la batalla y el triunfo de la persona y del amor.

Puntualizaciones

Como otras veces he explicado con detalle, en absoluto pretendo afirmar que esos otros medios -los que connaturalmente se dirigen a las masas- deban ser despreciados ni abandonados, sino todo lo contrario. Pero sí quiero dejar muy claro que no constituyen lo radicalmente importante ni lo primario y que jamás una desmesurada atención a ellos nos debería llevar a poner entre paréntesis la relación personal estricta… a la que todo lo demás sirve de apoyo, en ocasiones imprescindible, pero siempre como auxilio y no como sustitutivo del nexo interpersonal.

O, por moverme en el ámbito de este Congreso, lo que querría subrayar, porque tengo la impresión de que a menudo se olvida, es que:

1. Lo radicalmente relevante e imprescindible es lo que yo -cada uno de todos- hago en mi hogar y desde mi hogar.

2. El resto, sea lo que fuere, solo resulta válido y eficaz en cuanto derive del amor apasionado a mi familia.

3. De lo contrario, si no lo doy todo con los míos, prostituyo la familia y la persona… ¡y, además, puedo quedarme tan contento, pensando que lo estoy haciendo muy bien!

Y conclusión

Lo expresaré con las menos palabras de que soy capaz:

Solo una familia así, soberana, sin temores, que se ocupa de ayudar a otras familias, con vistas a darle la vuelta al mundo, puede ser feliz y hacer felices a las otras.

O, mejor, solo un matrimonio, un esposo o una esposa capaces de amar porque no tienen miedo (¡el que tiene miedo no sabe querer!), pueden formar una familia dichosa y que difunde felicidad.

Por todo lo anterior: ¡Felicidades y mi más cordial enhorabuena, familias soberanas!

Información adicional

Prácticas: no
Número de alumnos por clase: 385
Descripción del precio: En caso de inscribirse antes del 31 de Julio el costo será de $ 3,500.00

Llama al centro

¿Necesitas un coach de formación?

Te ayudará a comparar y elegir el mejor curso para ti y a financiarlo en cómodas cuotas mensuales.

Fundamento Antropológico de la Familia

$ 4,000 más IVA