Casa Tibet Puebla

Historia

Interesado en contar con representatividad cultural en diversos países del mundo, Su Santidad el XIV Dalai Lama y el Gobierno Tibetano en el Exilio decidieron emprender el proyecto de las Casas del Tibet cuyo mandato fundamental es el de preservar y promover los valores fundamentales de la cultura tibetana. La primera de estas instituciones fue fundada en 1967 en Nueva Delhi, más tarde seguida por Tibet House New York en 1987, Casa Tibet México 1989, Casa Tibet Barcelona 1993, Tibet House London 1993 y La Maison du Tibet París 1994.

El domingo 2 de julio de 1989, durante la primera visita a nuestro país de Su Santidad Tenzin Gyatso, Decimocuarto Dalai Lama del Tíbet, Casa Tíbet México fue oficialmente inaugurada. En una emotiva ceremonia en la que participaron grandes personalidades del mundo budista como el Ven. Geshe Lundhup Sopa y el Profesor Robert Thurman. Su Santidad leyó un mensaje titulado “Amor, compasión y responsabilidad universal” y plantó un árbol, que aún existe frente a la puerta de nuestras instalaciones como símbolo de su presencia. De esta forma Casa Tíbet México se convirtió en la primera Embajada Cultural Tibetana en Latinoamérica, iniciando sus actividades y programas de estudio en agosto de 1989.

El propósito fundamental de Casa Tíbet México es servir en el mundo de habla hispana como un centro representativo del universo tibetano, mostrando la riqueza de su religión, filosofía, ciencias, arte y cultura. A su vez, tenemos la convicción de trabajar en la promoción y la defensa de los derechos humanos del pueblo tibetano.

Pretendemos contribuir con la mejoría de la calidad de vida de nuestra comunidad y de su entorno, a través del desarrollo de programas y actividades relacionadas con el universo cultural tibetano. Por medio de nuestros seminarios, conferencias, retiros, exhibiciones, eventos especiales, publicaciones, programas de radio y televisión, esperamos acceder al corazón del visitante con la motivación de inspirarle a transformar y mejorar su situación de vida, gracias al legado, el poder, el misterio y la belleza del Tibet.