Sobre la alimentación de los estudiantes

La alimentación es una parte fundamental de la salud a cualquier edad. Sin embargo, gran parte de la población ignora cómo comer adecuadamente. Adicional a la falta de educación nutricional, también existe un ritmo de vida agitado en el ámbito laboral y educativo. Con estos factores presentes, la comida tiene una importancia secundaria que solo funge para satisfacer parcialmente al cuerpo sin tener un valor nutricional. También, se llega a crear un hábito de recompensa usando la comida. Por ejemplo, algunas personas relacionan sus éxitos personales con la obtención de un pastel, una cena o un postre. Lamentablemente, estas actitudes solo son dañinas para la salud.

Una de las enfermedades nutricionales más comunes en México es la obesidad, la cual también es un factor de riesgo que genera otras enfermedades crónicas degenerativas como la diabetes o enfermedades cardiovasculares. El ISSSTE señala que “En México, el 70% de los mexicanos padece sobrepeso y casi una tercera parte sufre de obesidad.”

Existen, por otro lado, los estudiantes, que manifiestan una mala nutrición por tener como prioridad sus estudios. Así, descuidan aspectos psicológicos, sociales y nutricionales; es entonces cuando acarrean enfermedades que se reflejan por medio de un bajo desempeño académico. Al ser un estudiante universitario existen factores específicos que los orillan a tomar ciertas decisiones respecto a su alimentación: inmediatez por conseguir comida, falta de tiempo y organización.

Un estudio acerca de los hábitos alimenticios en la Universidad Autónoma del Estado de México arrojó información relevante para entender este fenómeno. Curiosamente, se explica que “La mayor parte de los estudiantes reportó (54%) que consume en mayor cantidad alimentos como tortas, tacos, pizzas, quesadillas, etc. Sólo 26% consume guisos hechos en casa, mientras que 11% consume más frutas y verduras. El 8% no contestó a esta pregunta.”

El estudio concluye que los alumnos universitarios no carecen de educación nutricional, sino de hábitos saludables. Además, más del 70% de la población indicó que no realiza ningún tipo de actividad física y que no está feliz con el estilo de vida que lleva.

Te compartimos algunos consejos para que comiences a transformar tus hábitos con esfuerzos constantes:

• Consume agua natural y mantente hidratado.
• Realiza una actividad física, puedes comenzar por caminar 30 minutos o unirte a un club de baile.
• Aumenta el consumo de verduras y frutas.
• Mide tus raciones.
• Conoce y entiende el Plato del Bien comer.
• Reduce el consumo de azúcar y sal.
• Si sales a comer a un restaurante, elige alimentos a la plancha o al vapor.
• Consume alimentos de temporada, te darán más nutrientes y ahorrarás dinero.

Como estudiante seguramente tienes muchas responsabilidades, pero comer sanamente te dará muchos beneficios fisiológicos. Si quieres comprometerte más con tu salud, puedes buscar atención nutricional y llevar a cabo una dieta balanceada. Tu salud es invaluable, sé responsable y anímate a hacer cambios que te beneficiarán.